Los accidentes caseros con fuego son muy frecuentes, por eso es importante tomar todas las precauciones que podamos para minimizar los riesgos. Las quemaduras entre los más pequeños son unos de los accidentes más habituales y en menores de 4 años suelen producirse en la cara.
Es por ello que debemos colocar todos los productos inflamables como los aerosoles, alcohol, cerillas, encendedores fuera del alcance de los niños, éstos deben estar en ambientes frescos no expuestos a ningún tipo de calor.
Con respecto a las cerillas y los encendedores debemos indicar a los niños los peligros que encierran jugar con ellos.
La mayoría de las quemaduras suelen producirse, en los niños pequeños, mediante líquidos calientes. Cualquier lugar de la casa puede ser peligroso, pero habremos de llevar especial cuidado en la cocina. Aquí las quemaduras se producen al volcar sartenes u ollas con líquidos calientes, situados sobre el fuego o la vitrocerámica. También el baño con agua excesivamente caliente es otro riesgo importante.
Los fuegos sin protección como los de chimeneas, estufas o braseros pueden producir quemaduras por llama directa.
Estos son algunas de las medidas que se pueden adoptar para evitar quemaduras de los niños en casa:
- Mientras cocinamos, no dejar que los mangos de sartenes, ollas y cazos sobresalgan. Siempre ponerlos mirando hacia la pared interior, de ese modo evitaremos que puedan volcarlos.
- Siempre que podamos es mejor que los niños permanezcan fuera de la cocina mientras estamos preparando cualquier comida.
- Comprobaremos la temperatura de las comidas y/o bebidas cuando vayamos a dar a nuestros pequeños dichos sólidos y/o líquidos.
- Fijaremos los muebles de la cocina al suelo o a la pared, de ese modo no podrán subirse utilizando dichos elementos.
- Mantener los encendedores y cerillas fuera de su alcance, y en la medida de lo posible, intentaremos no utilizarlos delante de ellos.
- No dejaremos velas encendidas en lugares donde los niños puedan tocarlas o moverlas corriendo así peligro de volcarlas y originar un incendio.
- Mantendremos los productos químicos que utilizamos para la limpieza en un lugar inaccesible para ellos. Los productos como lejía, sosa caústica, etc. también causan quemaduras.
- Hay que vigilar los cables eléctricos, así como enchufes, que no estén desgastados o dañados ya que son especialmente peligrosos.
- Si disponemos de chimenea habrá que protegerla para que no puedan acercarse a ella y para que no salten chispas o fragmentos en la combustión desde su interior hacia fuera. Al igual que limpiarla con regularidad.
- Si el calentador es de gas hay que tener un buen mantenimiento del mismo así como de las bombonas de butano en caso de utilizarlas para esto u otros medios.
- También conviene enseñar a los niños a actuar en el caso de un incendio, mostrándoles cuál sería el plan de evacuación, incluso jugando a hacer pequeños simulacros y enseñándoles cómo actuar en el caso, por ejemplo, de que se les prenda la ropa.
- Una alarma de humo también ayudaría a que fueran conscientes del peligro y supieran actuar aunque estén en otra parte de la casa ante un posible incendio.
Los niños son nuestro mayor tesoro por ello hay que enseñarles que es un juego y que no lo es…